Blog

¿Qué características deben de tener en cuenta los padres en calzadoterapia?

La misión de un zapato consiste en proteger a los pies contra las agresiones mecánicas y climáticas.

Las características que debe de tener son:

  • Ser cómodo
  • Tener una sujeción adecuada
  • Ser estable
  • Hipoalergénico
  • Facilitar la salida de la transpiración
  • Suela antideslizante flexible, pero lo bastante gruesa para aislar del suelo al pie
  • La punta debe ser redondeada y ancha para que respete la morfología de los pies y permitir la movilidad sin restricciones de los dedos
  • Un buen zapato también tiene que ser resistente al desgaste y a las deformaciones

.

¿Sabías que…?

En edad de crecimiento, los pies aumentan de 1cm a 1,5cm al año como promedio.

.

El calzado según las etapas de crecimiento

.

0 a 12 meses (fase previa a la adquisición de la marcha) 

Siempre que se pueda, hay que dejar a los niños pequeños descalzos, evitando los trajes con patucos. Ya que puede favorecer a patología digital (dedos en garra, uñas encarnadas). Los bebes deben poder mover los pies en todas direcciones. Se deben usar calcetines finos y largos para evitar los resfriados.

.

8 a 12 meses  (inicio de la verticalización)

Se pueden aconsejar zapatos con una caña más bien alta y de corte flexible para facilitar los juegos articulares, a la vez que evitan que el niño se descalce, con una suela muy fina y flexible para ayudar a la percepción del suelo.  Se debe prestar atención a la longitud, previendo alrededor de 1 cm de más, porque los pies de los niños más pequeños tienen un crecimiento muy rápido. Es recomendable controlar su tamaño cada 2 meses y se considera que hay que cambiar los zapatos cada 3 meses. 

.

12 a 36 meses (los primeros pasos)

Los  zapatos deben sujetar mejor el pie y un contrafuerte adecuado estabiliza el retropié, que ahora es muy dinámico. La altura del tacón debe ser menor de 1 cm y se prefiere un cierre con cordones o autoadhesivo, porque favorece el ajuste del pie con el calzado. Hay que procurar adecuar el número respecto al dedo más largo del pie. Importante: si nos encontramos con el segundo dedo más largo que el primero (morfología de pie griego) es la medida que debe tener la longitud del zapato. Si el calzado es un número mayor del que necesita el niño hay riesgo que durante la marcha, se produzca una contracción de los dedos para sujetar el zapato, lo que favorece los dedos en garra. Y si el número de zapato es menor al que el niño necesita también podrá desarrollar patología digital y ungueal. En esta etapa, los zapatos deben cambiarse cada 6-8 meses.

.

De los 3 a los 6 años 

A partir de esta edad surgen nuevos problemas. El niño pequeño se puede ver influido por el entorno (compañeros de clase, niños del parque) o por las campañas publicitarias que inconscientemente trata de influir en la compra de sus zapatos. Por tanto, los progenitores deben ser refractarios a las argucias y artimañas que sus hijos para convencerles, que hay ciertos zapatos no son adecuados porque esta es una fase de crecimiento y de desarrollo fundamental.

.

Hacia los 7 años y durante la adolescencia

Es la etapa en la que empiezan a tener responsabilidades, adoptan actitudes adultas, lo podríamos denominar la edad de la razón, pero entre comillas e interrogantes… Es una época en la que se acentúan los fenómenos de la moda, empiezan a decidir que se quieren poner según los gustos que vayan adoptando. La ropa y el calzado se convierten en accesorios de integración en el grupo del colegio, entre los amigos y comienzan a tomar hábitos ridículos cómo no atarse los cordones. Provocando que los pies tengan una perfección errónea del suelo y no están sujetos por los zapatos, el pie oscila de un lugar a otro, favoreciendo laxitudes ligamentosas. 

En las chicas jóvenes, el uso de tacones muy altos (superiores a 4cm) o de plataformas de 4-5cm (o más), suele provocar retracciones e incluso deformaciones irreversibles. No solo a nivel del pie sino también de la parte superior del cuerpo. Además, que son zapatos muy pesados y no son adecuados para el desarrollo muscular de la extremidad inferior. Las botas de caucho sólo se utilizan en caso de malas condiciones meteorológicas, porque no proporcionan ninguna sujeción lateral.  En todos los casos, se debe colocar bien los talones a nivel del encaje de los zapatos (parte posterior) en posición sentada y ajustar bien los medios de cierre para evitar cualquier deslizamiento de los pies, que puede provocar ampollas.

.

Desde pequeños es necesario que reciban una educación sobre la higiene de los pies y los zapatos

Todos estos consejos suelen seguirse de forma adecuada mientras los padres se encargan de los baños de sus hijos. A medida que crecen, las cosas se complican, porque se instaura una cierta relajación de las normas, asociada a un deseo de independencia. La higiene precaria, asociada a un corte poco frecuente de las uñas, provoca en muchos casos infecciones (uñas encarnadas, micosis, verrugas, etc.). A esta edad, los progenitores sólo pueden vigilar de forma discreta y esporádica la calidad de la higiene. Ante cualquier duda o alteración en los pies deben de ponerse en contacto con un podólogo ya que es el especialista de los pies.

.

¡Esperamos haberos ayudado con esta información!

Si deseas una primera visita o más información sobre los servicios que ofrecemos en nuestra clínica, podéis contactar aquí.

También nos podéis seguir en nuestro perfil de Instagram.