CUIDADO DEL PIE EN PACIENTE ONCOLÓGICO
Una vez que se produce el diagnóstico comienza un camino duro y difícil, durante el cual los tratamientos producen muchos efectos derivados tanto de la propia enfermedad como de los tratamientos utilizados para combatir cada tipo de cáncer.
Y entre estos efectos, los pies van a ser una de las zonas afectada, porque los diferentes tratamientos que se aplican para combatir el cáncer (quimioterapia, radioterapia, fármacos…) pueden afectar a la salud de los pies y, por tanto, es necesario prestarles especial atención para cuidarlos.
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Principales afecciones podológicas en pacientes oncológicos
En este contexto, destacamos ocho de las afecciones más comunes que desarrollan los pacientes con cáncer que están en tratamiento y subrayamos la importancia de acudir al podólogo si se desarrolla alguna de ellas, porque es importante aplicar el tratamiento específico correspondiente y evitar así que puedan complicarse, deteriorando su calidad de vida:
- Efectos secundarios sistémicos, como puede ser la pérdida de sensibilidad, la alteración de los nervios periféricos y llegar a padecer una neuropatía
- Fisuras en las uñas o en las puntas de los dedos que pueden resultar muy dolorosos o molestos
- Oscurecimiento de las uñas por el efecto de algunos tratamientos como la radioterapia o medicación
- Lesiones por debajo del borde inferior de la uña, que son de color oscuro. Si bien pueden ser el efecto de algún medicamento, también podría tratarse de un melanoma
- Hemorragias en astilla, que son como delgadas líneas de sangre en el interior de la capa ungueal, encargada de proteger los pies de las presiones externas
- Inflamación e infección, que puede ser bacteriana o vírica
- Onicólisis, que es el levantamiento de la placa de la uña. Ésta puede llegar a caerse y es necesario tratarla adecuadamente para evitar que se infecte
- También pueden aparecer líneas remarcadas sobre las uñas
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Recomendaciones del podólogo para pacientes oncológicos
- Revisar a diario el estado de sus miembros inferiores.
- Mantener las uñas cortas para así reducir la posibilidad de lesiones
- Es recomendable que este tipo de pacientes utilicen un calzado que respete el ancho natural del pie sin presionarlo pero que tampoco quede demasiado suelto. Y sobre todo que los zapatos no presionen sobre las uñas
- Por último, es importante acudir al podólogo si detectan alguna anomalía o molestia
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¡Esperamos haberos ayudado con esta información!
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